Que frío hace en Xalapa en este momento.
Recuerdo el año pasado cuando aún estaba recién llegado por estos lares y las infecciones de las vías respiratorias hacían estragos conmigo.
En esta casa en la que estoy puedes sacar el aire de tus pulmones por la boca y se volverá vaho.
Ya saben esa cosa que cuando eras niño te divertía tanto porque decías que estabas fumando como los adultos. :D
Fumar. Fumarme un puro. Me agrada. Más con bichosa compañía. Y con norte y a la intemperie para que no lo podamos encender, y peor aún, se nos apague a cada rato. Jajajajaja.
Fumar como ella fumaba el día de su fiesta. Fumaba como chacuaco, que no es más que otro nombre para las chimeneas. Y el tabaco, impregnado en su boca, y yo saboreandolo cuando la boté sobre su sillón después de pasar la noche en vela platicando. Mañoso. Lo soy. Mañoso me dijo. Y estaba sonriendo cuando lo hizo. Y me besó con deseo, pasión, locura. Ahí empezó.
Gracioso, curioso, irónico que le dé termino de la misma manera. El mismo sabor a tabaco en su boca, el mismo deseo, la misma pasión, la misma locura. Pero ahora estaba al borde del llanto. Y no me dijo mañoso sino tonto. Tonto por tomar esa estúpida decisión.
Pero, ¿qué quieres que decida? No quiero que volvamos a lo mismo, esa imcompleta, improvisada y burda pretención de relacionarnos. No, no vale la pena y siendo sincero no es lo que deseo. Tú sí. Yo no.
¿Qué le hacemos? Entiendo tu dolor, pero dolerá más si proseguimos.
Es mejor así sin compromisos, sin vernos.
Me es más que insoportable la idea de rendirle mis momentos, rendirle pleitesía, compartir con alguien, porque deba hacerlo.
Egoísta. Por supuesto. Pero sincero.
¿O acaso crees que porque tú me quieres tenga que dejar de lado lo mucho que te quiero y embarcarme a una empresa contigo que sé está predestinada al fracaso?
Lo siento no puedo. Te amo y por eso te dejo.
Debo estar solo...
(Y de fondo "Mourir d'aimer" de Guadalupe Pineda... ¡Me cago en las coincidencias!)